Luis García Esposito
LUIS GARCIA, el gran delantero que tomo apresuradas
decisiones (1986-2000)
• Subido por Leonardo Bayuelo
• nov. 21, 2020
• Deja un comentario
Ambas instituciones le hicieron la invitación para probarse
en fuerzas básicas. Luis era gran
aficionado del América después de crecer viendo al equipo de
los 80, pero su padre le
aconsejó irse a jugar con la UNAM, para que su posible debut
fuera relativamente más fácil.
Y así fue. García Postigo comenzó su recorrido en las
inferiores de la Universidad. El inicio
fue duro. El paso de jugar en el barrio a ser profesional le
costó trabajo, pero con carácter
y mucha personalidad se aferró al sueño, a pesar de que en
algún momento pensó en
abandonar todo.
Su Debut con Pumas
Su debut en Primera fue contra Tecos en 1987 y se dio debido
a las lesiones de los cinco
delanteros del primer equipo. Su primer gol fue contra la U
de G en el Estadio Jalisco. Jugó
cinco partidos y regresó a las reservas.
Al mismo tiempo que inició su carrera en Contabilidad
Pública empezó a consolidarse con
el club. Llegó a la final de la 87-88, en donde jugó 25
minutos de la final de vuelta contra el
América.
Lamentablemente entraba al campo justo después de que las
Águilas anotaran el penal que
ponía el 4-1 en el marcador y a pesar de su empuje, la
férrea marca del Capitán Furia no le
permitió hacer nada.
Temporada 89-90
Las siguientes dos temporadas también fueron rocosas para el
Satélite. En la 89-90 se le
atravesaba un tal Jorge Campos, quien con su doble faceta de
portero y delantero le ganaba
la carrera a Luis en la punta del equipo.
sin embargo con tres goles ayudó a su escuadra a conseguir
el campeonato de la CONCACAF
en 1990.
Ese mismo año iniciaba una de sus campañas más deliciosas.
Ya con Campos de vuelta a la
portería, el Niño Artillero dominó la delantera Puma.
Luis García no se detuvo y continuó anotando hasta llegar a
los 26 goles, alargando una muy
buena racha de artilleros mexicanos que ganaban el título de
goleo. Después de él sólo otros
9 jugadores connacionales han conquistado el galardón.
Su excelente remate de media vuelta, además de su capacidad
de posicionarse y estar
atento a los rebotes le hacían un enorme prospecto de
nuestra liga; esto, sumado a su
enorme carisma y facilidad ante las cámaras le convirtieron
en una figura reconocida en
todo el territorio mexicano.
Liguilla 90-91
Pumas calificaba a la liguilla como líder general y
enfrentaba a un débil Morelia en cuartos
de final. En la ida, bajo el fuerte sol michoacano, los
morelianos iniciaban fuerte, pero
Campos contenía.
Luego el arquero era calado en una volea y García hacía lo
propio en la portería contraria,
aunque se iba lejos. Gaytán fallaba un cabezazo clarísimo y
con eso se terminaba la primera
mitad.
Al volver los Pumas se volvían a salvar en el área e
inmediatamente después el camiseta
número 12 definía un buen centro por derecha para poner el
de la ventaja universitaria.
La vuelta en CU fue un banquete. El primero era de Aspe con
una bomba de pierna derecha.
No obstante Morelia respondía con un buen remate cruzado y
caía el del empate.
Poco les duró el gusto, ya que Luis se encontró una pelota
mordida por García Aspe y metía
su gol. El doblete del Beto llegó después de una preciosa
pared Luis y hacía valer la asistencia
con su pata izquierda.
Los dos García estaban encendidos, pero Luis no sabía
definir frente al arquero michoacano
y se perdía del doblete antes del descanso.
En el complemento Patiño quiso definir como genio, pero no
lo logró. Jorge Campos se puso
el uniforme de jugador y con una picadita intentó definir de
crack, pero se iba al travesaño.
David Patiño corría entre los fundidos defensas morelianos y
tomaba un rebote para poner
el 4 por 1. El último fue autogol y con eso Pumas llegaba a
las semifinales.
Semifinales 90-91
Ahí se toparían con el Puebla, vigente campeón. El partido
fue denso y la única de la primera
parte fue para La Franja, pero Campos se lucía.
A la vuelta, Vera le bajaba el balón a Luis, quien de
primera intención se colocaba para
pegarle de pierna izquierda y anotar un absoluto golazo.
Después el Beto García Aspe enseñaba los dientes y también
con la zurda probaba a Pablo
Larios, quien no podía contenerla y se colaba a su meta.
En el México 68 Aspe tuvo una, pero la voló. Campos mandó a
tiro de esquina un centro
venenoso y luego Luis no atinaba con su disparo.
Chícharo Hernández mandó una diagonal perfecta, pero Poblete
cabeceó al travesaño. En
la siguiente de peligro García Postigo recibía una pelota en
el centro del área y en cinco
toques con sus dos pies terminó la jugada en el fondo de la
portería.
El global 3-0 mandaba todo a una gran final contra el
archirrival: las Águilas del América. La
herida por el título perdido con los de Coapa todavía no
sanaba y la UNAM buscaba su
revancha.
Final 90-91
La ida fue todo un espectáculo y el camiseta número 12 no
fallaría a la cita. Apenas
empezaba el encuentro cuando Aspe filtraba un balón para
Claudio Suárez, para que el
entonces lateral mandara un pase a media altura al Niño
Artillero, quien no dudó un solo
segundo y con un tremendo zapatazo mandaba a guardar el
primero de la final.
Sin embargo después del dulce inicio, los americanistas
enseñaron su ADN. En un saque de
manos Toninho recibía y de izquierda cañoneaba a Campos, que
nada pudo hacer.
El segundo también llegaba con un cobro desde la banda,
aunque ahora sí con colaboración
del Brody, que no defendió correctamente su poste ante el
retorcido remate de Gonzalo
Farfán. En sólo 15 minutos el América le había dado la
vuelta y no sería todo.
En una corretiza por la izquierda, Luis Roberto Alves era
medio tocado dentro del área y
Bonifacio Núñez señalaba un polémico penal, que era
convertido por Antonio Carlos Santos.
Luis tuvo otro intento, pero no tuvo tino.
Patiño la quiso hacer de sexto año y luego Carlos Santos
intentó lo mismo, pero ambos
fallaron. Jorge Campos escupía un trallazo de Hernández y
Chávez no agarraba un tiro de
Aspe, con lo que terminaba el primer tiempo.
Apenas arrancando la segunda mitad David Patiño se acomodó
la pelota y la reventó con
mucha furia, para dejar tumbado al guardameta y dejar el 3-2
definitivo.
Todavía el acapulqueño Campos se rifó un atajadón a remate
de Zague y Farfán se iba
expulsado después de una falta por detrás. El Tuca Ferreti
tuvo la del empate, pero su pelota
hacía vibrar la base del poste, en un preámbulo de lo que se
vendría en CU.
La última de Luis García fue con una patentada una media
vuelta, pero Chávez abrazaba la
esférica y Bonifacio pitaba el final del partido.
Ciudad Universitaria estaba lista para la proeza. Con sólo 7
minutos transcurridos, el Tuca
Ferreti. El veterano brasileño tomaba la pelota y se
preparaba para escribir su nombre con
letras de oro en la historia puma.
Ricardo tomó mucho vuelo y corrió de frente al balón, para
con la derecha doblarle las
manos a Chávez y poner el único gol del partido.
Con ese marcador Pumas ganaba el título con goles de
visitante y a pesar de que el Doctor
Mejía Barón mandó a sus pupilos a dar el golpe fatal al
América, los universitarios no
lograron concretar las múltiples aproximaciones que tuvieron
durante el resto del partido.
En la última del partido caía un centro para Domínguez, pero
su fuerte disparo se iba directo
al pecho de Campos, quien abrazaba la pelota y después de su
despeje, Arturo Brizio pitaba,
Pumas conseguía el tercer campeonato de su historia y Luis
García levantaba el único trofeo
liguero de toda su carrera como futbolista.
Luis debutó con Selección Nacional en 1991 y su primer gran
torneo fue la Copa Oro de ese
año, la primera de la historia. El delantero no pudo marcar
y era parte de uno de los peores
fracasos mexicanos en el torneo de la Confederación. Puedes
ver la recopilación de las
Copas Oro en la lista de reproducción que te dejamos en la
descripción y al final de este
video.
Temporada 91-92
La 91-92 no sería una campaña tan productiva en lo
colectivo, pero sí en lo individual.
Primero el equipo iba a un torneo de pretemporada a San
Sebastián, España. Después de
una gran actuación, los europeos intentaron ficharlo, pero
la directiva puma le aconsejó
que no se fuera.
Luego en el primer semestre de Liga Mexicana, Luis
continuaba con su espectacular forma
deportiva y los goles no paraban de caer.
Incluso firmó su primer gol con la camiseta del Tricolor
frente a Hungría en un partido
amistoso, en diciembre del 91.
Después de 15 pirulos en liga, llegaba el Atlético de Madrid
con una oferta que la UNAM no
podía rechazar. Después de muchos estira y afloja, los
universitarios cedieron a la venta de
su canterano, aunque se aferraron a mantenerlo hasta el
final del torneo.
Luis no se guardó nada y continuó con su papel de goleador.
Terminó esa temporada con
24 tantos y sellaba el bicampeonato de goleo, con el que se
despedía de su cuna futbolística.
En la Universidad Autónoma de México, García jugó 195 veces
y marcó 83 goles, además
del trofeo de Liga y el de Copa. Es el séptimo mejor
goleador de la historia del club.
Luis García en Atlético de Madrid
Tomaba su vuelo rumbo a España en junio de 1992. Luis García
tenía sólo 24 años y todo
apuntaba a que su carrera podría ser muy parecida a lo que
hizo Hugo Sánchez.
Sin embargo se le empezó a mover el piso. Joven, rico,
educado y carismático fue invitado
a múltiples programas de televisión, entrevistas con
revistas y hasta se le llegó a comparar
con el cantante Luis Miguel.
Toda esta repentina fama le ofuscó y eventualmente le
pesaría y definiría muchas malas
decisiones que tomó en su trayectoria, según lo platica hoy,
décadas después.
A pesar de todo su primer año en el Atleti fue espectacular,
al menos en lo individual. La
escuadra madrileña participó en cuatro campeonatos: Liga
Española, Copa del Rey,
Supercopa de España y Recopa de Europa.
Durante la temporada de liga 92-93 los Colchoneros
estuvieron peleando en la parte alta
de la tabla, manteniéndose en los primeros cuatro puestos
durante más de 14 jornadas.
Lamentablemente no lograron consolidar su juego y
finalizaron el año en el sexto puesto,
alcanzando apenas un lugar para la Copa de la UEFA de la
93-94.
La participación de Luis en La Liga absolutamente no dejó
nada qué desear. Participó en 29
partidos, jugando 25 como titular, alcanzando los 2155
minutos y la friolera de 17 goles, lo
que le convirtió en el mejor goleador del equipo.
Hizo un doblete contra el Tenerife en su primer partido y
repitió el par de goles ante Sevilla,
Tenerife, Cádiz, y el Athletic de Bilbao.
También dio muestras de su mal carácter. En un partido
contra el Albacete le dio la ventaja
a su equipo con un excelso remate de media vuelta, pero en
el segundo tiempo fue
derribado con una artera entrada por detrás. Su reacción fue
una patada directo a la cara
del rival y por supuesto una de las dos tarjetas rojas que
recibió con los rojiblancos.
En Copa del Rey jugó los dos partidos en los que el
Barcelona aniquiló a su equipo con un
vergonzoso 11-0 global, dejándolos fuera en octavos de
final.
La Supercopa de España los volvió a alinear con el poderoso
equipo blaugrana y a pesar de
jugar 25 minutos, no pudo hacer nada para evitar la derrota
de 3 por 1.
No obstante la Recopa de Europa era el torneo en donde el
Atleti trataría de salvar la
temporada. Acá se reunían todos los campeones de copa del
continente y era algo bastante
interesante de ver, hasta que la UEFA reestructuró sus
competiciones y la eliminó en 1999.
En la primera ronda se enfrentaban a un débil Maribor de
Eslovenia. La ida fue un partido
fácil. Los españoles presionaron poco y les fue suficiente.
El primero fue de Alfredo de
cabeza y luego llegaba el show del mexicano.
Toni Muñoz desbordó sin marca por la izquierda y alcanzó a
centrar en urgencia sobre la
raya, para que García sólo llegara a empujar la pelota y
notara su primer gol a nivel europeo.
Después de que un espontáneo con bandera del Maribor
interrumpiera el partido y del fin
de la primera mitad, Luis regalaba su segundo del partido.
Después de un rebote, el azteca recibía la pelota afuera del
área y con un toque de mago la
bombeaba sobre el altísimo portero Dabanovic, para definir
el partido.
La vuelta no tuvo participación del sateluco, pero el global
terminaba 9-1 y avanzaban a
octavos contra Trabznospor turco. Ahí todo se definía en la
ida con goles de Futre y Moya.
Olympiacos les esperaba en los cuartos de final. En Atenas
empataban a 1 con goles de
Moya y Vaitsis. La vuelta en Madrid fue más fácil y con dos
de Manolo y otro más de Gabriel
Moya el Atlético llegaba a la semifinal.
Su rival fue el poderoso Parma noventero, que había
derrotado a la Juventus de Baggio en
la final de la Copa Italia. Primero se veían las caras en el
Vicente Calderón, en un partido
decidido con sabor latinoamericano.
El Atleti llevaba la iniciativa, sobre todo con múltiples
disparos de fuera. Sin embargo el gol
caía hasta el minuto 44’. Luis García casi no había tocado
la pelota, pero en una buena
triangulación colchonera le caía a los pies.
Con la derecha se acomodaba y remataba a puerta con su
jugada clásica, para poner el
primero del partido y llenar de esperanzas a todos los
aficionados madrileños.
No obstante el colombiano Faustino Asprilla dijo presente y
le dio la vuelta al marcador. El
del empate fue con un desafortunado desvío y el de la
voltereta con un contundente
cabezazo a un centro perfecto.
El partido de vuelta fue mucho más peleado, pero el azteca
no tuvo una buena participación
y salió de cambio por Juanito, que después fue expulsado de
manera absurda. A pesar del
gol de Sabas, el Parma avanzaba por goles de visitante y
terminaría coronando ese torneo.
El agitadísimo año futbolístico con su club terminaba con 39
partidos y 20 goles, cifras
impresionantes para su primera temporada en el club español.
Luis García en Selección Mexicana
Su camino en Selección Mexicana continuaba rindiendo muy
buenos frutos. Con dos goles
en las eliminatorias rumbo al mundial de 1994, era un hecho
su participación en la Copa
América de Ecuador 1993 y aunque no marcaría ningún gol en
el torneo, era parte de la
gran participación mexicana.
Gira del Atlético de Madrid en México
En agosto de ese mismo año el Atlético de Madrid realizaba
una gira en México, para
enfrentarse contra Monterrey, Veracruz, Cruz Azul y el plato
fuerte: la Selección Mexicana.
En muchos lados se dice que Luis García jugó un tiempo con
cada equipo, pero eso nunca
pasó.
Temporada 90-91
Arrancó el torneo marcándole a Santos y luego de dos
tripletes, uno contra la U de G y otro
frente al Irapuato, el experimentado Tuca Ferreti le cedió
los tiros de penal, para que
incrementara sus números.
El primer día del mes en un repleto Estadio Azteca arrancaba
uno de esos partidos rarísimos,
que es difícil que veamos en nuestros tiempos.
Desde el principio se vería que ningún futbolista se
guardaría nada. Ramón Ramírez se
acercaba con peligro por la izquierda. Luis García portaba
la nueve y era abucheado por la
afición, probablemente sólo por diversión.
Ramírez Perales tenía su primer encuentro con Roman Kosecki
en la media cancha y el
polaco se preguntaba qué estaba pasando. Ramón le robaba a
Luis y el Azteca lo celebraba.
El gol llegó con la zurda del Maestro Galindo, que definió
con mucha calidad el centro de
Luis Miguel Salvador. Apenitas se había reiniciado el
encuentro y Zague tuvo una clara, pero
Diego supo desviar correctamente.
Luis García pudo empatar el partido, pero no supo cómo
vencer a su compadre Jorge
Campos y le entregó la pelota en el uno contra uno. En esa
misma jugada el polaco volvía a
recibir un patadón y el coraje se le acumulaba en la cabeza.
Sólo un par de minutos después el Capi Ramírez Perales se
lanzó desde la tercera cuerda en
una jugada sin sentido sobre la banda y eso hizo explotar
los ánimos. Los puñetazos y las
patadas se empezaron a repartir, empezando con Jorge Campos
y luego el enfrentamiento
entre Zague y Reñones.
El Piojo Herrera por supuesto que no se podía quedar fuera,
pero alguien le metía un sape
y por ahí se vio a Javier Aguirre soltando patines. Las
cosas medio se calmaron y el polaco
se iba rengueando.
Armando Archundia expulsó al Capi y a Campos, además de
Kosecki y el portero del Atlético,
que le clavó un estatequieto al Brody en medio de la
reyerta.
Mientras le vendaban la mano al Vasco, Aguirre reunió a los
18 futbolistas restantes y les
pedía calma para continuar el juego.
Primero Luis mandaba un disparo de derecha, pero el recién
ingresado Félix Fernández
recostaba y retenía. Luego Ambriz sacaba un acostumbrado
cañonazo, pero no atinaba al
marco.
La última de peligro fue para Ramón Ramírez, que probó de
lejos al portero suplente del
Atlético. Archundia terminaba el largo primer tiempo y las
cosas se definían en el segundo.
Nueve contra nueve las cosas se abrieron y llegaron los
goles.
Luis García puede presumir ser el único jugador mexicano que
alguna vez le ha marcado a
la Selección Nacional hasta en dos ocasiones. Con un
perfecto recorte sobre el Emperador
Claudio Suárez se acomodó el balón, para luego tirar con la
parte externa y celebrar con sus
compañeros.
El otro lo agarro de aire, tras un centro muy alto que
Suárez no pudo contener. Golazo para
su doblete frente al Tricolor.
México falló varias antes de que García mandara un centro
fácil y los Colchoneros pusieran
el 3-1 al minuto 30.
Sólo unos instantes después Zague convertía su tanto, para
luego encarar al defensa
madrileño y soltarle un cachetadón, después de la plancha
que le clavó en la pantorrilla.
La última jugada agresiva salió de Luis, pero ahora fue
sobre el Piojo, que sólo se quedó
sentado en el césped. El partido acababa y a pesar de todo,
cuentan las leyendas que varios
jugadores de ambos equipos se fueron de juerga toda la
noche.
De regreso a Madrid
El segundo año del delantero en España fue mucho menos
exitoso. El Atlético de Madrid
tuvo una campaña desastrosa y quedaba en el duodécimo
puesto, fuera de cualquier tipo
de competencia europea.
El mexicano sólo pudo marcar otros 11 tantos, incluyendo un
triplete contra el Ahletic de
Biblao, con dos de penal. En Europa sólo marcó en el juego
contra el Creta Griego.
A pesar de tener una buena relación con Jesús Gil y Gil, las
rencillas con el hijo del patrón,
Miguel Ángel Gil lo orillaron a tomar una de las peores
decisiones de su carrera: abandonar
al Atlético de Madrid.
Con los rojiblancos, Luis García participó sólo durante dos
años. Jugó 73 partidos y marcó
33 goles en todas las competiciones. Se iba con algo de
gloria, pero sin obtener trofeos.
USA 1994
No obstante sería considerado por su entrenador fetiche,
Miguel Mejía Barón, para la Copa
del Mundo de Estados Unidos 1994, en donde jugaría un
partido histórico.
Jugó como titular ante Noruega, pero poco y nada pudo hacer
para evitar la derrota por la
mínima, a pesar de tener varias oportunidades durante el
partido Luego repetía en el juego
frente a Irlanda, en donde tendría su cita con la historia.
El partido era rocoso y se jugaba bajo el fuerte sol de
Orlando. Otra vez García acechaba el
área rival, pero el premio llegaría hasta el minuto 44.
Marcelino Bernal desdobló por la banda derecha y trazó la
pelota para Carlos Hermosillo,
quien sólo fungió como poste para ceder a Luis. El joven
artillero no se la pensó y con la
derecha sacó una raya que se fue a meter a la portería, para
luego correr y hacer una de las
celebraciones más icónicas de la historia de México en
mundiales.
García Postigo se sumaba a la corta lista de mexicanos que
han marcado dobletes en copas
del mundo. Fue al minuto 66, después de recibir un pase de
su ex compañero García Aspe.
Como ya era una costumbre, paraba la pelota de derecha y
después de un ligero bote, le
volvía a pegar de derecha y daba la tranquilidad para
México.
Esos dos tantos fueron los únicos que marcaría en Mundiales.
Jugó los siguientes dos
partidos y fue expulsado contra Bulgaria, acción que le pesó
mucho a la Selección Mexicana
que intentaba ganar el partido antes de llegar a los tiempos
extra.
Luis García en Real Sociedad
Regresando del mundial, la Real Sociedad le endulzó el oído
y se fue a San Sebastián. Sin
embargo su aventura duró muy poco. 10 partidos jugados y
ningún gol anotado en Anoeta.
Apenas seis meses después se volvía a apresurar y se
marchaba al América, terminando así
su aventura en el viejo continente.
Antes de llegar a Coapa asistió al torneo Rey Fahd de 1995,
en donde clavó dos goles en el
partido frente a Arabia Saudita y otro ante Dinamarca; sin
embargo fallaba su penal en la
tanda de desempate contra los nórdicos y México se fue a
jugar la medalla de bronce, que
al final ganó.
Luis García en América
Su primer gol con el América llegó contra el TM Gallos
Blancos, con una ya muy reconocida
movidita. En esa liguilla las Águilas se encontraban con
Puebla en cuartos de final.
Aunque el ahora número 25 se comía un gol cantado en la ida,
en la vuelta pagaba sus
deudas y con un cabezazo -raro en su historial- y luego con
otro de derecha ayudaba a ganar
el pase a las semis. Ahí el América no pudo contra Cruz Azul
y se iban eliminados.
Seis goles en seis meses eran suficientes para su llamado a
la Copa América del 95, en donde
le marcó uno a Paraguay, otro a Uruguay y un par a
Venezuela, con lo que se llevaba el título
de mejor goleador del torneo sudamericano.
Fue en este periodo que la fama lo consumió. Participó en
una telenovela y se casó por
primera vez, aunque se divorciaría poco después. Esto fue
una de las causas para que su
nivel de juego empezara a decaer.
Temporada 95-96
En la campaña 95-96 resaltó su triplete ante Monterrey; el
primero un regalazo de Zague.
El segundo con otro de cabeza, que ahora sí celebró. El hat
trick llegó desde el punto penal,
para sellar uno de sus mejores partidos con el Club América.
Otra vez llegaban bien embalados a liguilla y ahora tomaban
su revancha ante la Máquina.
Y de nuevo el de Satélite se anotaba un par de goles que,
junto al de Biyik, definían la serie
a favor de su equipo.
Lamentablemente para el jugador y su escuadra, eran
eliminados nuevamente en la
antesala por el título, ahora a manos del Necaxa.
Copa Oro 1996
En enero de 1996 disputó la Copa Oro con la Selección
Mexicana, en donde anotó tres veces
y consiguió el campeonato. Repetimos la invitación a que
mires la historia de este torneo
en la lista de reproducción que te dejamos en la
descripción.
Invierno 96
El Invierno 96 fue de pesadilla para el América y sólo queda
en el recuerdo la única ocasión
en que Luis García metió cuatro goles en un solo partido,
esta vez contra el Morelia.
Todavía le alcanzó para jugar una última fase final con los
azulcremas y anotó su último gol
el 5 de mayo de 1997, de penal en la derrota y eliminación
frente al mismo Atlético Morelia.
Se despedía así del club, en donde participó 81 ocasiones y
firmó 43 dianas.
Luis García en Atlante
Se iba al Atlante, en donde alcanzaría su último gran logro
como futbolista profesional. Luis
García apenas tenía 28 años, pero parecía que el futbol ya
se le estaba acabando.
Invierno 97
No obstante en el Invierno 97 se volvió a poner las pilas y
con sus 12 goles se coronaba
como el máximo anotador de la liga mexicana, alcanzando su
tercer título de goleo. Este
hito sólo lo han conseguido 7 jugadores en toda la historia.
os Potros de Hierro alcanzaron liguilla y parecía que García
Postigo estaba hecho sólo para
los cuartos de final, pues con su gol era suficiente para
eliminar al Morelia y llegar a semis;
sin embargo ahí no anotó y el Cruz Azul se deshizo de ellos
para encaminarse rumbo al
campeonato.
Verano 98
En el Verano 98 sólo pudo marcar un gol y fue frente a su
ex. Con eso le decía adiós a los
Azulgrana, en donde jugó 29 partidos y marcó 15 goles.
Mundial 1998
Fue convocado por Manuel Lapuente para el Mundial de Francia
98. En la gira de
preparación marcó dos goles, uno frente a el Wolfsburgo de
Alemania y otro contra Japón,
que se convirtió en el último con la camiseta del combinado
nacional.
Y es que con la magnífica participación del Matador
Hernández y el gran revulsivo de
Ricardo Peláez, Luis no tuvo oportunidades en la Copa y se
quedaba en la banca en los
cuatro compromisos.
Luis García en Guadalajara
Su nueva aventura sería en las Chivas de Guadalajara, en
donde lo haría muy bien. En su
primer torneo marcó 8 goles, incluyendo otro triplete, pero
ahora en el Clásico Tapatío,
partido lleno de golazos y que terminó 4 por 2 a favor del
Rebaño.
Liguilla
Su mancuerna con Ricardo Peláez fue muy efectiva y entre los
dos llevaron a su equipo a
una nueva liguilla. Y para no variar, el sateluco volvía a
marcar goles en cuartos de final
contra Morelia, su cliente favorito en esta fase, en donde
incluso se dio el lujo de fallar un
penalti.
La semifinal fue contra su otro ex, los Pumas de la
Universidad. Aquí volvía a hacerse
presente, ahora en el partido de vuelta, con un gol que le
daba la eliminatoria a su equipo.
Y fue un absoluto golazo, con un remate extraordinario, que
le clavaba a su gran amigo
Jorge Campos. El partido fue una exhibición del acapulqueño
y también del árbitro Marrufo,
que no señaló un penal muy exigido.
Final
La final, sin embargo, fue sorpresiva. Después del aburrido
empate a ceros de la ida, el
Necaxa golpeaba fuerte y dejaba tendido a García y compañía,
ganando un nuevo
campeonato de visitante en el mismísimo Estadio Jalisco.
Fue en este periodo que la fama lo consumió. Participó en
una telenovela y se casó por
primera vez, aunque se divorciaría poco después. Esto fue
una de las causas para que su
nivel de juego empezara a decaer.
A pesar de que volvería a meter dos goles en los cuartos de
final del Verano 99 contra Cruz
Azul, el tanto de Juan Reynoso le privaba de regresar a las
semifinales.
Todas estas buenas actuaciones le valieron para su última
convocatoria con México. Jugó
su último partido como seleccionado en el empate a ceros
frente a Ecuador el 27 de octubre
de 1999. Con el Tricolor, Luis García anotó 29 veces, los
mismos tantos que Hugo Sánchez,
sólo que el Niño Artillero lo hizo en 79 partidos y el Niño
de Oro en 55.
Invierno 99
El Invierno 99 fue su último torneo con el Guadalajara y
sólo pudo marcar una vez. Con eso
se despedía de las Chivas, en donde consiguió 23 goles en 59
partidos oficiales y amistosos.
Luis García en Morelia
Se mudó a Morelia para jugar sólo un semestre. Ahí metió un
penal que ayudó al descenso
y posterior eliminación de los Toros Neza. Y para sorpresa
de nadie se volvió a hacer
presente en unos cuartos de final.
Ese gol que le metía a Santos en la eliminación de su equipo
sería el último como futbolista
profesional. Los morelianos no hacían válida la opción de
compra y al negarse a jugar en el
Irapuato, fue transferido a Puebla.
Con Morelia, Luis García jugó 17 partidos y marcó 9 goles.
Luis García en Puebla
Con La Franja sólo jugó 66 minutos en un partido contra
Necaxa, pero se lesionó el tendón
de Aquiles y ya nunca más regresó a las canchas.
Anunciaba su retiro a los 31 años recién cumplidos; entre
sus múltiples mudanzas y su
segundo divorcio, tomaba una dura decisión a una edad
inusual para despedirse, aunque
con ello arrancaba su extraordinaria carrera en los medios
de comunicación.
Se terminaba entonces una trayectoria de tumbos, que
probablemente pudo llegar a otros
lares si no hubiera estado llena de decisiones inmaduras,
que el jugador lamentó después.
No obstante el de Satélite fue un delantero letal y sus
goles le dieron mucho color a todos
los equipos en los que participó y lo llevaron conquistar
Europa, aunque fuera en un corto
periodo de tiempo.
Un futbolista ágil, que usaba las dos piernas para definir,
especialista desde los once pasos,
con una excelente visión táctica del deporte y una pasión
pocas veces vista. Así fue Luis
García, una Leyenda del Futbol Mexicano.
Comentarios
Publicar un comentario